El ritmo de San Juan —trabajo, estudio, calor, movimiento constante— hace que el estrés sea parte del día a día. Sin embargo, la evidencia muestra que basta con 10 minutos bien utilizados para que el cuerpo vuelva a un estado más calmo, incluso en medio de una jornada cargada. No se necesitan herramientas especiales ni espacios silenciosos: solo pequeñas acciones que regulan el sistema nervioso y ayudan a recuperar claridad mental.
Respiración para bajar las pulsaciones
Una de las técnicas más efectivas y rápidas es la respiración consciente. La forma “4-2-4” —inhalar cuatro segundos, sostener dos, exhalar cuatro— ayuda a estabilizar el ritmo cardíaco y disminuir la tensión acumulada. Realizarla durante un par de minutos suele ser suficiente para notar alivio.
Relajar el cuerpo para calmar la mente
Otra manera de reducir el estrés es hacer un breve “escaneo corporal”. Consiste en cerrar los ojos y recorrer mentalmente cada parte del cuerpo para aflojar hombros, mandíbula, espalda y cuello. Esta práctica, muy utilizada en mindfulness, evita que la tensión muscular se acumule y genere fatiga.
Caminar unos minutos cambia todo
San Juan tiene un entorno ideal para una caminata corta. Salir a dar una vuelta a la manzana, caminar unas cuadras por la Plaza 25 o por calles arboladas de Rawson o Santa Lucía es suficiente para que el cuerpo cambie de modo: del estado de alerta al movimiento fluido. Incluso la exposición breve al sol mejora el ánimo y nivela la serotonina.
Hacer un “corte sensorial”
En momentos de saturación —notificaciones, ruido, multitarea— una pausa breve puede ordenar la mente. Apagar el celular unos minutos, cerrar las pestañas del navegador o buscar un pequeño espacio silencioso es suficiente para reducir la carga sensorial y recuperar concentración.
Volver al presente en segundos
Una técnica recomendada por psicólogos y terapeutas es el ejercicio 5-4-3-2-1: identificar cinco cosas que se ven, cuatro que se pueden tocar, tres sonidos, dos olores y un sabor. Este anclaje ayuda a frenar pensamientos acelerados y a reconectar con el entorno de manera inmediata.
Estirar para liberar tensión
Mover el cuello, estirar los brazos hacia arriba o inclinar suavemente la columna hacia adelante son micro-gestos que reducen rigidez física. Las personas que trabajan muchas horas frente a pantallas encuentran en estos estiramientos un alivio casi instantáneo.
Hidratarse también reduce el estrés
El clima seco de San Juan hace que, sin darnos cuenta, perdamos agua más rápido. Tomar un vaso de agua y alejarse del lugar donde se está trabajando genera un pequeño reset que mejora la concentración y el bienestar general.
Un hábito de pocos minutos que cambia el día
Reducir el estrés no requiere grandes esfuerzos ni tiempos largos. Incorporar una de estas técnicas cada día puede mejorar la energía, el ánimo y la productividad. Son prácticas simples, accesibles y compatibles con cualquier rutina sanjuanina.